Santo trabajo
Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle
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Padre Hugo Tagle
Prioridad número uno de las políticas públicas es mejorar el empleo, fomentar su creación y apostar por empleo de calidad, de largo plazo. Ya se ha dicho: resulta paradojal que se dé un buen crecimiento con una tasa de desempleo alta.
Viene la época navideña y luego los temporeros de verano, con empleos que son flor de un día, frágil y pasajera. Sirve, pero no es la solución. Hay que apostar por su estabilidad y calidad, sabiendo que siempre es inestable. Nada es para siempre. Las políticas asistencialistas o un “Estado empleador” no son la solución. Su rol es subsidiario, por lo que su labor será crear y velar por que las condiciones de empleabilidad sean seguras, sólidas, sustentables, dignas. El mejor servicio de quienes tienen la tarea de gobernar será el diseño de un escenario social que permita la creación de más empleo.
Quien da trabajo, da vida. Es de las más nobles de las obras humanas. Conocemos el viejo proverbio: más que dar pescado, mejor es enseñar a pescar. Hay quejas de mucha burocracia para nuevas iniciativas empresariales. Habrá que cambiarlo. Como sea, una política de incentivo laboral urge. Mayor empleo redunda en mayor estabilidad social y familiar. Menos vicios, más vida sana. ¡Hay tanto por hacer! Basta dar una rápida mirada al mapa chileno para descubrir extensas zonas con un potencial de desarrollo enorme en turismo, infraestructura, viviendas, empresas, vida en último término.
De quien ha estudiado cuatro o más años yo esperaría que sea un emprendedor, más que un empleado. Al menos que, paralelo a su empleo, tenga su pyme. Más que “buscar trabajo”, que lo cree. No es fácil ser empleador. Es un riesgo cotidiano. Hay que lidiar con decenas de desafíos que quien es empleado, no nota. Una pregunta de una entrevista de trabajo debería ser “¿Ha emprendido algo?” “¿Ha montado su propio negocio?” Aunque sea vender calugas en el centro. Grandes proyectos comenzaron en el patio trasero. Quien ha trabajado por su cuenta y riesgo, será mejor obrero que quien no lo ha hecho nunca. Los mejores y más sabios empleadores son los que empezaron desde abajo.
“Trabajando nos volvemos más personas. Nuestra humanidad florece, los jóvenes se vuelven adultos trabajando”, ha dicho el Papa Francisco. “Los hombres y las mujeres se nutren del trabajo; fuente de dignidad”. “Persona y trabajo son dos palabras que deben estar unidas. Porque si decimos ‘trabajo’ sin ‘persona’, éste termina por convertirse en algo inhumano.” Que el fin de año nos sorprenda con una tasa más baja de desempleo. Bonito regalo de Navidad.